Con la incorporación de l@s niñ@s a centros infantiles, nos involucráis en la experiencia que supone para ellos conocer el mundo de una forma divertida y lúdica haciendo que formemos parte de sus primeras vivencias, y es por esto que la presencia del gabinete psicopedagógico en nuestros centros tiene un papel fundamental.

Su objetivo primordial es colaborar e intervenir de manera intencional en los ámbitos personal, familiar y educativo de nuestr@s alumn@s y su función es la de armonizar, desde la Psicología Evolutiva y de la Educación, el proceso de intervención educativa a través de las actividades de estimulación programadas en los centros infantiles que se realizan con vuestr@s hij@s.

Consideramos esencial seguir el desarrollo evolutivo de cada un@ de los niñ@s con el objetivo de favorecer la maduración y poder prevenir posibles dificultades. Es muy importante que todas las personas que rodean al niñ@ participen en la tarea, por lo que se debe trabajar muy directamente con las profesoras de cada aula y con los padres y madres.

Desde nuestro gabinete, se promueve a diario un entorno dinámico y positivo, y toda una serie de actividades que aporten hacia vuestr@s hij@s una etapa feliz y enriquecedora. Nuestra  pretensión es favorecer al máximo tanto el desarrollo madurativo y emocional como la educación de vuestr@s hij@s.

Desde el gabinete psicopedagogico pensamos que la manera idonea de haceros participar de nuestra experiencia y conocimientos en estas tareas es que vosotros padres y madres podáis sentir cercano nuestro trabajo con ell@s. Por esto, siempre ha de haber una comunicación de proximidad entre los agentes que intervienen en la formación del alumn@, por lo que el gabinete está a vuestra disposición para resolver cualquier dificultad, atender cualquier duda y asesoraros en los primeros pasos.                                                              

Las tareas principales están relacionadas con:

  • Prevención: mediante la supervisión de los procesos de crecimiento y aprendizaje.
  • Detección: valorando el adecuado desarrollo del niñ@ en todas sus áreas de desarrollo, así como de sus procesos educativos, de socialización y de relación.
  • Intervención: llevando a cabo las acciones necesarias con el fin de optimizar el desarrollo integral del niñ@ y de sus capacidades a nivel personal y social, en los siguientes ámbitos:

   – Del alumn@: en conjunción con el equipo educativo en la adaptación de las actividades curriculares a las características evolutivas, psicológicas y de aprendizaje de l@s alumn@s, con especial atención a l@s niñ@s con necesidades educativas especiales.

   – De la familia: asesorando e informando a los padres y madres como forma de apoyo del desarrollo integral del hij@ y a la mejora de sus funciones parentales.

   – Del profesorado: mediante el asesoramiento didáctico, planificando y orientando al profesor, impulsando las situaciones educativas y las acciones de estimulación del desarrollo y las características individuales y/o grupales (evolutivas, cognitivas, sociales, etc.) de l@s alumn@s.

Algunos de los ejes fundamentales sobre los que se desarrolla nuestro proyecto educativo son el juego, el aprendizaje significativo y la experimentación.  En centros infantiles el foco de atención está centrado en el proceso de aprendizaje siendo el niño el protagonista del acto educativo.

Debemos aprovechar la curiosidad natural del niñ@ para que ésta sea el motor de su desarrollo, al observar que es lo que realmente le motiva, conseguimos la predisposición necesaria para adquirir cualquier aprendizaje. Por esto es muy importante aprovechar sus elecciones, así como su estado emocional positivo.

Para satisfacer la curiosidad innata que todos poseemos es importante saber sorprender, y para desarrollar la propia motivación, potenciar la creatividad.

La coordinación es un factor fundamental, por lo que estableciendo los cauces y métodos para la cooperación y el intercambio con todos los agentes implicados en los procesos educativos y evolutivos del niñ@, desde esta perspectiva es fundamental la comunicación diaria con las educadoras para realizar una observación completa y una intervención coordinada basada en criterios uniformes.