Nuestros peques crecen y llega el momento de retirarles el pañal, momento que en muchas ocasiones crea dudas e inseguridades en las familias y que les hace plantearse cuestiones como:

¿cuándo sé el momento en que mi hijo/a está preparado?

¿Qué pasos he de seguir para poder retirarlo de forma adecuada?

¿Puedo volver a ponérselo para momentos concretos?

Desde centros infantiles queremos ofreceros una serie de recomendaciones para que este proceso sea lo más fácil y llevadero posible para las familias, pero, principalmente para los protagonistas de este proceso, l@s niñ@s.

Retirar el pañal supone, para los peques, un cambio importante. El pañal los ha acompañado desde su nacimiento por lo que es lógico que lo consideren como algo natural. Por lo tanto, hemos de intentar retirarlo de la forma más natural posible, para ello es importante que el niño/a esté preparado a nivel madurativo, hay que tener en cuenta que el objetivo final es que adquieran una nueva capacidad, la de controlar los esfínteres anales y vesicales. 

Antes de retirarlo es muy importante tener en cuenta varias consideraciones: que cada niño/a necesita su tiempo, respetando de esta manera su ritmo; que se puede retirar en cualquier momento del año, no solo en primavera o verano, y que no es muy conveniente adelantarnos pues probablemente alargaremos el proceso.

¿Cómo podemos saber si son lo suficientemente maduros para retirarlo?

Para poder responder a esta pregunta podemos fijarnos en pequeñas señales y comportamientos que en la mayoría de los casos nos sirven como indicadores del posible comienzo de esta nueva etapa; notamos que son capaces de comunicarnos, ya sea por señales o verbalmente, que el pañal está sucio y que se encuentran incómodos con él. Tienen la suficiente autonomía como para ir al wc con la menor ayuda posible. Es capaz de subir y bajar del baño (existen escalones y adaptadores que lo facilitan). A veces incluso son ellos mismos los que nos comunican que ya no quieren el pañal y que quieren ir al wc como los mayores.

Pero ¿Cómo debemos actuar una vez que vemos que el niño/a está preparado para iniciar esta nueva etapa?

En todo proceso de aprendizaje, y más en estas edades, la observación es fundamental, los niños imitan y aprenden observando a las personas de su entorno, es por esto que aconsejamos que se les invite a acompañar a los hermanos o a los padres al wc. De esta manera observarán y aprenderán que se trata de algo natural y que forma parte de nuestra rutina. Poco a poco iremos invitándoles a que se sienten en el wc, para que les resulte más fácil y puedan realizarlo de una manera más autónoma es importante que lleven ropa cómoda, evitando pantalones con botones, tirantes, petos, ayudaremos a que se sientan más mayores al no depender de los demás y ver que son capaces de hacerlo por ellos mismos.

Recordar que los adultos somos sus modelos a seguir y tienden a imitarnos.

Como hemos comentado anteriormente, el pañal los ha acompañado desde el momento de su nacimiento por lo que no están acostumbrados a parar mientras realizan una actividad o están jugando. Sobre los dos años los niños no miccionan como los bebés que lo hacen poco a poco y continuamente, empiezan a retener más tiempo la orina, esto implica por un lado que es normal que se les escape el pipí en más de una ocasión y por otra que podemos observar los momentos de micción para calcular tiempos y adelantarnos invitándoles a ir al wc.

Cuando van al wc y consiguen hacer pipi o caca, hay que felicitarlos y mostrarnos muy contentos, lo ha conseguido y nos sentimos orgullosos por ello.

Llegados a este punto, desaconsejamos el uso de braguitas pañal; es importante que cuando se les escape el pipí o la caca se noten sucios e incómodos para que poco a poco vayan aprendiendo a escuchar su cuerpo y ser conocedores de las sensaciones que tienen como indicadores para parar el juego o actividad en el que estén inmersos en ese momento e ir al aseo y si lo hacen por supuesto hay que reforzarles mucho positivamente, ya que han sido capaces de parar el juego para ir al baño y esto es un gran logro.

Cuando tengan lugar dichos escapes los adultos debemos dirigirnos a ellos con calma y haciéndoles ver que no pasa nada, que lo que les ha ocurrido es normal; en ningún momento debemos reprocharles nada ni enfadarnos con ellos, aunque si se les puede invitar a que colaboren en su aseo, y no dárselo todo hecho.

Y recordar, una vez tomamos la decisión de retirar el pañal es conveniente no volver a ponérselo pues podemos crear con ello dudas, y haremos que el proceso se alargue.

¿Qué pasa con el pañal de la noche, lo quitamos a la vez, esperamos?

Lo habitual es que por la noche tarden más en controlar los esfínteres. Es importante observar si se levantan con el pañal seco o mojado y en este último caso si está muy mojado o no. Cuando observemos que durante varias noches seguidas es capaz de retener la orina y que se levanta con el pañal seco entonces será el momento de retirarlo, teniendo en cuenta que los escapes esporádicos son posibles. En tal caso nuestra manera de actuar debe ser como la indicada anteriormente, manteniendo la calma y sin hacer ningún tipo de reproche.

Ánimo a todos los papas y mamas en esta aventura!!!