¿Qué papel juegan los educadores en todo este proceso?

A diferencia de una escuela tradicional, donde el educador es el centro y el que determina qué hacer cómo y cuándo hacerlo, en en las aulas Montessori el educador y maestro es un guía de los alumnos; su función radica en presentarles la actividad, ya sea realizar un puzzle, hacer una seriación cuidar una planta o utilizar correctamente los materiales, individualmente o en pequeños grupos, para después observarles y guiarles en todo momento. Esto permite que puedan centrarse en los intereses de cada uno y en sus necesidades reforzando todo lo bueno de cada niño.

Deben motivar al niño para que sean capaces de resolver los diferentes problemas con los que se encuentran por ellos mismos.

¿Cómo podemos aplicar este método en nuestros hogares?

Para empezar, sería interesante descubrir cómo ven, cómo perciben los niños el mundo que les rodea, para ello un buen ejercicio es situarnos a su altura y observar las diferentes estancias de la casa y sobre todo su dormitorio. Si nos ponemos de rodilla en el centro de su dormitorio ¿qué vemos? Tal vez una cama alta, estanterías también altas con juguetes, peluches y cuentos imposibles de alcanzar sin la ayuda de un adulto, o tal vez una mesa y una silla demasiado alta como para poder moverla sin arrastrarla o sin recurrir una vez más a los adultos.

No creo que sea necesario cambiar todo el mobiliario de la casa, pero sí que está en nuestras manos ajustar muchos de ellos a sus necesidades para que puedan moverse y actuar con mayor autonomía, seguridad y de forma independiente

Al igual que en a escuela, hay que darle importancia al ambiente, que sea cálido, ordenado, simple.

Darles la oportunidad a los niños de poder realizar diferentes tareas y tomarse su tiempo para ellas sin ser interrumpidos y dotándoles de los materiales adecuados y adaptados a su edad.

Dejarles participar en las actividades cotidianas de una casa, desde cocinar (pueden ayudar a pelar frutas y verduras, poner y quitarla mesa, …) y limpiar hasta cuidar de las plantas u ordenar su dormitorio dándole el mismo lugar a los objetos.

De esta manera conseguiremos que nuestros peques sean más autónomos, independientes, seguros de si mismos, responsables y sobre todo felices.

Tal y como dijo María Montessori

Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo”