INTRODUCCIÓN

Un aspecto muy importante para la salud es la alimentación, que desgraciadamente en la actualidad se ve afectada por la influencia de factores externos relacionados con los nuevos estilos de vida. Para poder cambiar dichas conductas equivocadas, es necesario mantener una adecuada educación nutricional, por lo que es muy importante que los niños adquieran hábitos alimentarios saludables.

El medio de prevención que hemos de establecer para ello es la educación para la salud. Esto pretende establecer y poner en funcionamiento programas que ayuden a adoptar hábitos alimentarios más saludables a estas edades.

Los aspectos biológicos, ambientales y socioculturales repercuten sobre la alimentación y la nutrición que durante la infancia ayudan a alcanzar un desarrollo, crecimiento y maduración óptimos. Durante esta etapa tan importante de la vida es de vital importancia que los niños adquieran unos hábitos alimentarios saludables.

No obstante, es importante tener en cuenta una serie de factores como son los de tipo fisiológicos, sociales y familiares, donde estos últimos desempeñan una gran influencia en los patrones de consumo. Sin embargo, hay factores como la menor dedicación por falta de tiempo en la cocina y la poca calidad de los alimentos, que muchas veces los niños consumen por culpa del marketing, que hacen que los hábitos alimentarios vayan cambiando.

Los niños son fáciles de manipular en cuanto al consumo de nuevos alimentos que no siempre son saludables, y la publicidad televisiva ha provocado en los niños este cambio a peor.

Las escuelas infantiles juegan un papel muy importante teniendo en cuenta esta problemática por lo que deben actuar en la introducción de programas nutricionales como los que seguimos en centros infantiles.

Para que estos programas consigan cambiar dichas conductas alimentarias no saludables hace falta un instrumento que pueda conseguir dicho objetivo, y la más adecuada es la educación para la salud, donde participan una serie de profesionales especializados, los profesores, los padres de familia y las autoridades sanitarias que son las que hacen que se puedan inculcar en la sociedad hábitos en cuanto a alimentación y modos de vida ciertamente saludables, haciendo de que se alarguen en el tiempo al menos hasta edades más adultas, reduciendo con ello el riesgo a contraer enfermedades en el futuro.

LA ALIMENTACIÓN EN EDAD ESCOLAR

El estudio de la alimentación y la nutrición ha sido planteado desde las ciencias exactas orientadas a aspectos fisiológicos y las ciencias sociales que incorporan los hábitos y costumbres alimentarias de cada sociedad.

Hay que tener en cuenta una serie de factores como son los biológicos, socioculturales, psicológicos y ambientales. Por una parte, la alimentación se puede definir como un proceso social que hace que el organismo adquiera sustancias energéticas y estructurales necesarias para la vida. Por otra parte, la nutrición como proceso social, puede aportar energía para el funcionamiento del cuerpo, regula procesos metabólicos y ayuda a prevenir enfermedades.

Objetivos esenciales durante la infancia de los procesos anteriormente mencionados:

  • 1) Alcanzar un estado nutritivo óptimo conservando un ritmo de crecimiento adecuado.

  • 2) Para prevenir una serie de enfermedades de origen nutricional que pueden aparecer en la edad adulta.

En esta etapa la forma en la que nos alimentamos es vital, porque serán costumbres y hábitos que se irán adquiriendo y que deberían perdurar para el resto de nuestros días. Sin embargo, es un ciclo de la vida donde se pueden producir alteraciones, debido principalmente al hecho de que puedan aparecer factores diversos principalmente relacionados con la economía, los avances tecnológicos, la incorporación de la mujer al trabajo, la gran influencia publicitaria y la televisión, la incorporación más temprana de los niños en la escuela y la mayor posibilidad por parte de los niños a elegir alimentos con altas calorías y muy bajos nutrientes.

Durante esta etapa, los padres son los que deciden sobre los hábitos alimentarios de los niños, y son ellos los que deben decir la cantidad y calidad de los alimentos que estos deben consumir.

La escuela y los padres juegan un papel muy importante en el fomento y adquisición de hábitos alimentarios saludables a través de la promoción y educación para la salud.

HÁBITOS ALIMENTARIOS

Hay tres agentes importantes que aparecen en los hábitos alimentarios: la familia, los medios de comunicación y la escuela.

En el caso de la familia ésta ejerce una gran influencia en la dieta de los niños, ya que desde un principio son los que se encargan de su alimentación, por lo que los hábitos alimentarios se adquieren en el entorno familiar, puesto que aprenden e imitan al observar a las personas adultas que tienen en su entorno.

No obstante, los hábitos alimentarios han ido cambiando por diversos factores que han hecho que se altere la dinámica y la interacción familiar; uno de ellos se refiere a la situación económica que afecta a los patrones de consumo tanto de los niños como de los adultos, la poca dedicación y la falta de tiempo para cocinar que ha provocado que la mayoría de las familias hayan adquirido unas nuevas maneras de cocinar, de organizarse. Los que ha ocasionado que la mayoría de los niños coman cuándo, cómo y lo que quieran.

En centros infantiles permitimos al niño enfrentarse a nuevos hábitos alimentarios, y en este sentido los profesores se encargan de las acciones de promoción y prevención en materias como las ciencias naturales.

También es importante analizar estos temas a fondo para poder mezclar conocimientos, actitudes y conductas saludables para que así los niños tengan un estilo de vida saludable y también eviten la aparición de síntomas relacionados con trastornos alimentarios.